Aprendiendo a ‘reciclar’ nuestros muebles

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Esta es una entrada muy especial. Me hace mucha ilusión porque además de que me apasiona el tema, quiero hablar del entusiasmo y esfuerzo de un grupo de alumnos excepcional. El Ayuntamiento de Pereiro, en Ourense, nos facilitó tener un pequeño curso de restauración y pintura decorativa que resultó ser un éxito, además de una experiencia muy gratificante para mí.

Los “artistas”. No hay nada cómo disfrutar aprendiendo y creando
Cada uno de mis “chicos” trajo un mueble o un objeto (algunos varios muebles) para renovar. Primero limpiamos a fondo cada uno para saber realmente que teníamos entre manos, poder evaluar su estado y decidir las soluciones. Después aprendimos las técnicas para eliminar todos los acabados que se encontraban en mal estado o muy viejos, usando todos los medios posibles: lijas (manuales y eléctricas), decapantes químicos, pistola de calor y, sobre todo, paciencia, de esa que no venden en la ferretería. Llegamos así a la parte divertida: decidir cómo lo vamos a dejar. Experimentamos sin miedo con el color y, en algunos casos, descubrimos debajo de una capa de años de polvo una maravillosa madera que pedía a gritos ser tratada con el cariño y la suavidad de una tenue capa de cera. Debo decir que todos fueron muy aplicados y sus trabajos merecen premio.
- Antes: un taquillón un poco viejuno y sin mucha gracia.
- Después: aprendimos a hacer nuestro propio rojo inglés. Una mano de chalk paint y un poco de lija estratégicamente aplicada y, voilà, un mueble personalísimo y elegante.
- Antes: un mueble de preciosas líneas, pero con un acabado algo deteriorado.
- Después: una primera capa de color gris intenso y una segunda en el mismo color rebajado con blanco añadieron profundidad y unos tiradores nuevos modernidad.
- Antes: la mesita de castaño de la abuela.
- Después: una intensa limpieza descubrió la hermosa madera que fue tratada con cera para resaltar las vetas y su color natural; por dentro se le aplicó un lindo papel.
- Después: con la puerta y la talla, enamora.
- Antes: preciosa silla con la madera oscurecida por el tiempo y capas de cera
- Después: Una buena limpieza y lijar para eliminar las capas acumuladas para terminar con una buena capa de cera. El próximo paso, retapizar
- Antes: es un antes realmente especial, una silla estilo Thonet que necesitó dos sillas para poder ensamblarla ya que algunas de las piezas estaban en tan mal estado que eran irrecuperables
- Después: recuperado su esplendor
- Los pequeños detalles decorativos ganan mucho con la pintura
- Antes: también de la abuela, una antigua talla en madera de San José de Padua, en algún momento se protegió con una capa de barniz que oscureció con el tiempo y borró las facciones y los detalles
- Después: se eliminó el barniz con una mezcla de alcohol, aguarrás y acetona, suavemente se fué aplicando con un bastoncillo de algodón y descubrimos debajo un hermoso rostro de mejillas coloradas y ropajes azules. Ahora es la portada del grupo de restauración
Gracias a Ana, Bea, Belén, Berny, Berta, Emila, Jorge, Lilí, Nuria y Rosa por tan buenos momentos, a Carmela por su ayuda e ideas para la clase y a Tania, de la bilbioteca, que siempre estuvo pendiente de nosotros. La decoración y el diseño interior deja de ser un trabajo cuando lo hacemos por pasión y para casas de gente especial.
- En plena tarea
- No hay silla que se nos resista
- A veces los muebles se encuentran en los lugares más insólitos y las condiciones más extrañas
- La pintura decorativa es el único trabajo cosmético que envejece para embellecer
- Adivinen… otra silla
- Encerando
- El blanco de nunca acabar
- Armada hasta los dientes, no hay acabado que se resista
me gustó mucho su trabajo, Yanni, pudieramos compartir ideas?
Gracias por el comentario. Meencantará compartir ideas y proyectos